sábado, 19 de febrero de 2011

VENEZUELA RECORRIENDO POR LA SOLIDARIDAD PARA BUSCAR EL VALOR HUMANO

La solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, que se define como la colaboración mutua en la personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento  pero sobre todo en momentos difíciles, se encuentra muy ligada al amor. La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales y es más que nada un acto social, una acción que le permite al ser humano mantener y mantenerse en su naturaleza de ser social. Es sagrada por su origen, en la primera página del Génesis, bajo un ropaje en apariencia ingenuo y mítico, se narran acontecimientos históricos: la creación del universo y del hombre. Dios modela una porción de arcilla -semejando en su quehacer al alfarero-, sopla y le infunde un aliento de vida, el espíritu inmortal. La materia se anima de un modo nuevo, superior: nace la primera criatura humana, a imagen y semejanza del Creador. El hombre no es cabalmente un producto de la materia, aunque la materia sea uno de sus componentes; goza de alma espiritual, irreductible a lo corpóreo. Las almas son creadas directamente por Dios, sin intermediarios. Por esto cabe decir con todo rigor que cada vida humana es sagrada, pues desde su comienzo compromete la acción del Creador. Al leer su origen espiritual, nos damos cuenta que los humanos tienen  un gran valor simplemente por ser humanos, no por las propiedades que hayan adquirido o perdido durante su tiempo de vida, ese valor  empuja al ser humano  a ser solidarios,  a sentir un compromiso con el otro, con su dignidad, su libertad y su bienestar, especialmente por lo que respecta a los más necesitados pues Implica conservar nuestra capacidad de indignación ante las injusticias y estar listos para combatirlas, así mismo  el compromiso respeto a los derechos de los demás. En este mundo, cada objeto tiene un valor,  por  ejemplo el valor de la sal reside en ser salada, el valor del azúcar se halla en su dulzura, el valor del fuego es su capacidad de quemar del mismo modo, cada objeto tiene su propio valor, dadas a estas condiciones, nos preguntamos ¿Acaso el ser humano no tiene un valor? Los Valores Humanos son esenciales para que nosotros seamos humanos, al ver que cada día en Venezuela los valores estaban perdiendo  un poco su cuantía, pero no del todo , ya que todavía la población venezolana siente, respira en cada célula de su cuerpo, la necesidad de mantener la esencia humana, el dolor ajeno no se pude apartar ya que los venezolanos por naturaleza son muy solidarios, de esta forma la solidaridad va recorriendo las calles ,  la población ha salido a resaltar el precio  humano, que no es otra cosa, que respeto a los demás, a sus ideología, condición humana, bienestar social, paz,  libertad , están realizando  huelgas en  algunos estados de Venezuela ,  exponiendo su propia integridad humano, para buscar la base solidad y sentido de la vida dentro de los contextos democráticos, quieren que los valores  sean respetados y seguidos en el tiempo , por todos los gobiernos , para así poder tener la paz y la  libertad deseada por todos los venezolanos. Para ser humanos debemos desprendernos un poco de los colores de partidos políticos y ver mas allá del ropaje que usamos,  vernos como  humanos los cuales tenemos un gran valor , que nos merecemos una vida digna, como dijo Jesús el libre albedrío,  de esta forma se lucha para que desde su origen, se mantenga el libre albedrío y cedido de generación a generación, ya que  la solidaridad en Venezuela recorre las calles   para buscar el valor humano, que encierra la esencia de la vida , la cual implica que debe ser disfrutada por derecho divino, para eso nacemos , para aprender de la vida y para disfrutar de la misma, es de reflexionar que  Cualquier huelguista puede ser tu hijo, un tío, un padre, una madre, puede ser tu familiar, de esta forma recorren las calles porque no existe otra forma que no sea la solidaridad para poder lograr el bien común, la paz, libertad, la democracia, la dignidad y los  valores  humanos